Cuatro eran los cuadros del reconocido pintor maño: Retrato de un caballero, Retrato de una señora, Retrato de una mujer y Adoración de la Sagrada Forma. Unos cuadros que «diversos expertos», los habían atribuido a Goya pero «se lo enseñas a 20 expertos, ocho, nueve o cinco, dicen que no son y otros que sí».
La especialista del siglo XVIII y Goya, Manuela Mena, certificó que «la escasa calidad de las cuatro obras impide que se puedan atribuir con honradez a Goya o a ningún otro pintor conocido en ese periodo».