
Una pintura rescatada de un contenedor de venta de un garaje en Minnesota por menos de 50 dólares puede, de hecho, ser una obra perdida de Vincent van Gogh, potencialmente con un valor de 15 millones de dólares. Recientemente atribuida al famoso pintor postimpresionista por la empresa de ciencia de datos LMI Group, la obra de arte, titulada Elimar, se ha sometido a un extenso análisis científico y estilístico. El descubrimiento, si se confirma, marcaría una adición importante a la conocida obra de Van Gogh y reavivaría los debates sobre el papel de la tecnología en la autenticación del arte. El Museo Van Gogh, sin embargo, aún no ha opinado sobre la afirmación de LMI.
En 2018, el comprador de Elimar esperaba tener una obra maestra invaluable en sus manos y presentó una consulta al Museo Van Gogh de Ámsterdam. El museo respondió en 2019 afirmando que, habiendo examinado la información proporcionada, “basado en características estilísticas” la obra no podía atribuirse al artista. Ese mismo año, el propietario vendió la pintura por una suma no revelada a la empresa de ciencia de datos LMI Group, con sede en Nueva York, que se estableció el año anterior.
¿Quien se llevará el gato ala gua? ¿Tragará el Museo Van Gogh? ¿Guardamos la obra unos añitos y ya si eso hablamos?